InicioSolanoEs nuestro: Solanense viajará hasta Alaska en bicicleta

Es nuestro: Solanense viajará hasta Alaska en bicicleta

Falta menos de un mes para que Leonardo Duré, un vecino quilmeño, comience un largo desafío y recorra miles de Kilómetros en su bicicleta restaurada. El joven emprenderá su cuarto viaje, aunque este será el más largo de su vida, y el primero que realizará solo. Cómo se prepara, cuál es su bicicleta, cuánto tiempo le llevará, y todos los detalles.

Leo Duré, es un cicloviajero aventurero, tiene 30 años, vive en San Francisco Solano, y hace unos años recorre algunas provincias de Argentina en su bicicleta. Sitios como San Martín de Los Andes, pasando por la Ruta de los Siete Lagos, el Bolsón, la Comarca andina, y Epuyén, fueron algunos de sus recorridas donde fue sumando kilómetros y kilómetros. Fue su último viaje el que le hizo despertar una idea que dejó su cabeza dando vueltas.

«Con un amigo nos fuimos hasta Río Gallegos en avión, armamos la bici y recorrimos el camino del viento, la tierra del fuego para llegar al fin del mundo, Ushuaia. En ese viaje, en un refugio paramos almorzar y había otros cicloviajeros. Charlando, me contaron que venían desde Alaska. No estaba enterado que se podía llegar por tierra., No lo podía creer. Me reí y una nueva aventura empezaba a germinar», contó Leo.

El próximo viaje que emprendió fue al norte, Bolivia y los Valles Sagrados de Perú a mochila. Lugares increíbles pero, él llegaba muy rápido de un destino a otro y eso ya no le gustaba. «La ruta es parte del viaje y lo importante está ahí. La gente cuando te ve pasar te toca bocina, te alientan agitando el brazo. Otros frenan, sienten curiosidad, te ofrecen comida o algo para beber. Son muy empáticos», señaló.

Y contó que no sólo él recibe algo de ellos. «Me gusta pensar que algo de mi también se llevan. Una inspiración, motivación que no se necesita de muchas cosas para ser feliz y la sensación de llegar al punto que habías marcado como objetivo del día es inmensa. Esa alegría no se compara con nada. Esa noche se festeja con guiso bajo un cielo estrellado«.

Fue así como la idea de ir hasta la punta del otro continente empezó a crecer con más fuerza y en tiempos de pandemia se fue equipando. Su capital proviene de las plantas y de macetas artesanales que hace junto con su padre. Las macetas son de troncos que suelen encontrar generalmente en la calle. Este bello emprendimiento nació durante la pandemia y el vivero está ubicado en su casa. Las ventas comenzaron mediante su Instagram @maimara.cactus, pero ahora con los cuidados correspondientes reciben gente. ¿Los repartos? En bici, claro.

Poco a poco, el joven aventurero fue ahorrando y se fue equipando. Primero una carpa, luego la bolsa de dormir y alforjas para la bicicleta.

CÓMO ES LA BICICLETA QUE USARÁ

Para muchos, la bicicleta sería el factor más importante del viaje, a tal punto de elegir una moderna o de los mejores modelos. Sin embargo, eso no le preocupa a Leo. Usará una bicicleta restaurada por ByB Bikes, del año 1995. Es una Zenith Andes rodado 26 que adquirió hace un año y medio, y usó para viajar a Mendoza. Llevará algunas herramientas básicas, aunque no conoce mucho de mecánica.

-¿Qué equipamiento usarás?

«Llevaré un par de alforjas traseras, aún no las tengo, es posible que sean caseras. Ahí guardaría lo justo y necesario, como por ejemplo; ropa interior, medias, 4 remeras, 2 joggins, 2 short, lo térmico y el abrigo que llevaría puesto. Sandalias y unas zapatillas de trecking. Protector solar y el botiquín de primeros auxilios».

«Tema agua y comida, eso depende de cuantos kilómetros hay de un pueblo a otro. Si tengo uno a 100 km. no me voy abastecer para una semana. Es importante viajar liviano. Generalmente en agua me llevo 4 a 5 litros para beber y cocinar. Antes cocinaba en una anafe a gas, pero me ocupaba mucho espacio y generaba un gasto que ahora no quiero. En esta ocasión voy a implementar una cocinita desarmable a leña y una hornallita fabricada con dos latitas, esa funcionaria con alcohol».

-¿Qué opinan tus familiares y amigos acerca de este viaje?

«Mi familia me apoya en todo momento, eso me genera tranquilidad. Mis amigos me bancan pero me dicen que estoy loco, jajaja».

-Contanos cómo sería un posible día en tu viaje.

«Despierto tipo 6 am, junto mis cosas, preparo las alforjas, reviso que la bici este en condiciones, caliento el agua pal’ mate, en ese fuego ya aprovecho y me hierbo unos huevos para el camino. A veces hay pan, galletitas, frutas, paté. Siempre hay algo. Termino el primer desayuno y desarmo la carpa. El segundo desayuno es a las 2hs. Ahí consumo los huevos o las frutas. Esas son claves para tener un buen ritmo».

«Entre 12 y 12:30 busco un sitio donde cocinar. Arroz, fideos, verduras, legumbres y si hay suerte con pan y quesito. Descanso a esa hora porque el viento es mucho más fuerte en ese horario. Aprovecho y duermo una siesta, leo algún librito. Ese momento es de puro placer. Junto mis cosas y dejo el sitio como estaba o mejor. La basura en una bolsita y a pedalear. Por la tarde ya voy visualizando un sitio de acampe. No me gusta andar de noche porque no se ve nada y es peligroso».

«Merienda, cenita y a dormir. Me acuesto temprano, es fundamental descansar bien. El día comienza temprano, es hermoso contemplar la luna y la luz del alba. Ojalá puedan experimentar esa sensación. Es emocionante!

-¿Dónde vas a dormir?

«Llevo una carpa, bolsa de dormir y aislante. Se duerme entre árboles, arbustos, las estaciones de servicio suelen tener un espacio verde, parrillas y una ducha para ofrecer. El patio de una casa, bomberos, escuelas, camping municipales. Eso te enteras en el camino. El hecho de no saberlo me parece divertido. Tema baño en los lugares de acampe, durante el día no tengo urgencias».

-¿Qué ruta tomarías aproximadamente?

«La ruta exacta no la tengo. Hay un dibujo, eso puede cambiar constantemente, pero está apuntado llegar a Lujan y tomar la ruta 5, pasando por lugares como Chivilcoy, Bragado, Santa Rosa, un desvío y llego a Malargüe, Mendoza. Ahí tomo la 40 pasando por algunas provincias como San Juan, La Rioja, Catamarca, Tucumán, luego Santiago del Estero, Corrientes y Misiones. Paraguay, quizá el Chaco y después la selva Amazónica de Bolivia y Perú. Ya veremos. Me parece interesante conocer esos sitios, hay muchas historias y caminos por conocer».

«Hoy me encuentro en Solano, Quilmes y el domingo 17 de Julio comienzo una nueva aventura. Quiero unir las Américas. De mi barrio hasta Alaska. Viajo «solo», primera vez, nunca tantos años. No sé cuanto tiempo me lleve, quizá 4 – 5 años. No importa, pero hay algo que si sé y es que el tiempo es demasiado corto como para que la mente siga deambulando distraída».

«Este viaje si fue planeado, como para poder equiparme y trabajar en mi. Me siento fuerte y me sigo equipando, puse fecha por ese motivo, si falta algo que se sume en el camino. Lo importante es salir con lo que tengas. ¿Me crees si te digo que hace un mes empecé a ahorrar? Creelo.

-¿Qué le dirías a aquel que quiere viajar y no se anima por diferentes motivos?

«Aquel que quiere viajar en bici y aún no se anima le diría que no tenga miedo, que el miedo no existe. Fue contagiado y naturalizado. Subite a esa bici y empezá a pedalear porque no importa la distancia, importa lo que esta pasando dentro tuyo. Es tiempo de vivir, ser feliz y contagiar valentía».

Facundo Muñoz
Facundo Muñozhttps://www.diariosf.com/
Periodista - Te invito a seguirme en mis redes