El Municipio de Quilmes clausuró este martes la farmacia Tomasín de Solano por presentar diferentes irregularidades en su local de la avenida 844.
Según trascendió, un empleado realizó un llamado al número de denuncias del Municipio alertando a las autoridades que había un tercer caso de coronavirus en el comercio, (donde anteriormente habían detectado dos) y la patronal obligaba a los empleados a ir a trabajar igual. Además que la farmacia no anunció el caso ante el municipio como corresponde según el protocolo.
Los agentes de Control y Fiscalización de la Municipalidad de Quilmes a cargo de Alejandra Cordeiro se dirigieron rápidamente al lugar, donde los dueños no le permitieron ingresar al local argumentando que tenían un papel con un permiso que los apoyaba para no dejaros pasar. Ante la negativa, los efectivos decidieron pedir presencia policial y a los pocos minutos ingresaron de todas formas.
Allí dentro, los inspectores corroboraron que tenían consultorios que no estaban habilitados para el funcionamiento y una perfumería que tampoco estaba habilitada. A esto se le suma la prohibición de ingreso a los agentes al comercio y un tercer caso de coronavirus. Es por eso que los inspectores clausuraron el local por 14 días y todo el personal debe realizar la cuarentena obligatoria en sus domicilios a modo de prevención.